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Categoría: Televisores

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Si estás pensando en comprar un televisor de última generación, es importante que te tomes un tiempo para pensar bien en sus características ya que tiene que durar el máximo tiempo posible manteniendo todas las funcionalidades posibles. 

Los constantes cambios tecnológicos han servido para aprovechar este producto y proporcionar a los usuarios nuevos servicios y funciones que cumplan con sus necesidades, sin dejar a un lado la vida útil. 

Mejores marcas de televisor 

La marca de tu televisor es un factor a tener muy en cuenta, no todas trabajan con la misma tecnología, utilizan los mismos materiales ni ofrecen las mismas funcionalidades a los usuarios. Las más valoradas en el mercado son las siguientes: 

1) LG 

LG se estableció en 1958. Desde ese momento ha producido una gran cantidad de productos con la última tecnología, como los televisores que ofrece. Proporciona una máxima fiabilidad y gran variedad para escoger. 

2) Samsung 

El pensamiento de esta compañía es realizar productos que satisfagan las necesidades de sus clientes. Gracias a su I+D y a sus ganas de mejorar cada día, actualmente se encuentra entre las marcas más valoradas cuando se está buscando un televisor. 

3) Sony 

Aunque es más conocido por sus videoconsolas, sus televisores no se quedan atrás. Proporcionan un abanico muy amplio de variedades. Todos sus productos tienen grandes características y están fabricados con el mejor material. 

4) Philips 

Cuando mencionamos esta marca nos viene a la cabeza confianza y experiencia. Aunque no se dedica principalmente a esta tecnología, siempre es bueno tenerla en cuenta ya que sus televisores inteligentes han adquirido críticas muy positivas por todo el mundo. 

5) Panasonic 

Panasonic se encuentra entre los 5 mayores fabricantes de televisores en todo el mundo, motivo por el que tocado todos los tipos de tecnología. Su apuesta se basa en la gama media y un sistema operativo propio de esta marca. 

6) Hisense 

Compañía que ha sabido labrarse un puesto en el mercado internacional a pasos agigantados gracias a su tecnología. Aunque es una marca joven, sus productos asombran tanto a usuarios como a su competencia. 

7) Toshiba 

Gigante asiático que deslumbra en el mercado con productos a un excelente calidad-precio. Lleva muchos años en el mercado, algo que ofrece confianza a los usuarios. Sus productos ofrecen una gran variedad donde escoger. 

Características de los televisores de última generación 

Si quieres asegurarte de que las tecnologías incluidas en tu televisor van a durar para los próximos años, debes tener en cuenta los siguientes apartados que mencionamos: 

1) Tecnología de panel 

Es uno de los puntos más importantes en los que fijarse, y puede que también el más complejo a la hora de tomar una decisión. En la actualidad, aparte de las tecnologías LCD y LED, existe el OLED y el QLED, las dos son complementarias y están enfocadas a usuarios y tipos de uso distintos. 

La tecnología OLED (Organic Light-Emiting Diode) es una de las más nuevas del mercado. Su diferencia es que no utiliza sistemas de retroiluminación en la parte posterior, sino que enciende y apaga los pixeles individualmente. Gracias a ello se consiguen colores más vivos y con un contraste que destaca más. 

Los ángulos de visión también son mayores y no se pierde calidad ni presenta el efecto ghosting (error gráfico con tiempo de respuesta largo entre pixeles). Gracias a ello la imagen proporcionada es, simplemente, perfecta. 

El QLED (Quantum dot Light Emiting Diode) está basado en nanocristales de emisión de luz. Como necesitan de una retroiluminación, estas pantallas son acompañadas con paneles LCD. También activan los pixeles por separado y el contraste es más alto, además de tener un mayor rendimiento con la energía utilizada. 

¿Cuál es la diferencia entre estas dos tecnologías? Uno de los puntos a tener en cuenta es que los paneles OLED consiguen iluminarse a sí mismos, factor que no sucede con los QLED, ya que necesitan una fuente externa que, por norma general, está situada en la parte trasera del televisor. 

Dentro de los OLED también se pueden encontrar diferentes tipos, como los producidos por LG, que reciben una luz blanca denominada W-OLED, que es necesaria para que los colores primarios se vean. Este filtro absorbe luz, aunque también evita la degradación de los pixeles azules. 

El QLED tiene un mayor volumen de color y menos saturación, permitiendo a los usuarios que puedan apreciar mejor los colores. Si esto lo unes a que se puede controlar la luz que emite cada uno de los pixeles, la saturación deja de ser un problema. 

El nivel de brillo también es más alto debido a que está basado en una evolución de nanocristales, llegando incluso a los 4.000 nits en los modelos de televisores más avanzados. Los paneles OLED suelen prometer cifras de aproximadamente 1.000 nits. 

Por otro lado, la tecnología QLED no puede alcanzar el negro puro. Los paneles OLED no tienen rival en este ámbito ya que no necesitan fuente de iluminación. 

El tiempo de respuesta del OLED es de 0,1 ms, mientras que los QLED acostumbran a estar entre los 2 y 8 ms. Aquí podemos hablar del input lag, factor a tener en cuenta si también quieres jugar en estos televisores. 

En resumen, los paneles OLED consiguen iluminarse a sí mismos, mientras que los QLED necesitan de una fuente externa que les proporcione esa luz. 

Como puedes ver, no hay una tecnología que esté por encima de la otra, ya que cada una tiene sus puntos fuertes y sus debilidades, debes valorar por ti mismo tus necesidades y características y para qué vas a utilizar el televisor para poder hacer una compra adaptada a ti. 

2) Resolución 

Los televisores más conocidos son los “Full HD”, aunque durante los últimos años han aparecido otras tecnologías como 4K y 8K. Los primeros, aunque aún son útiles y proporcionan una gran calidad de imagen, se han empezado a quedar anticuados. Los usuarios cada vez buscan una mayor calidad y la novedad son las resoluciones mayores. 

Los televisores 4K suponen un salto enorme en cuanto a calidad de imagen, pero es necesario comprar una pantalla con el tamaño adecuado dependiendo de dónde va a ser instalada. Si va a ser la principal de la casa, la que suele haber en el salón, sí puedes expandirte un poco más en el tamaño, pero si vas a utilizarla de segundaria, como un dormitorio o la cocina, no es necesario que inviertas mucho dinero porque no la utilizarás tanto. 

La tecnología 8K no lleva mucho tiempo con nosotros y, aunque la diferencia está ahí, hay que matizar los factores que deben hacerte escoger un televisor u otro. Para poder apreciarla lo primero que necesitas es un contenido apropiado y que sea real. 

El 8k (7.680 x 4.320) consigue multiplicar por cuatro la resolución 4K (3.840 x 2.160) y por dieciséis las de Full HD (1.920 x 1.080). Con este aumento de resolución se pueden mostrar pixeles invisibles al ojo humano. Es decir, tu película preferida puede verse menos difuminada y con una claridad increíble. 

Pueden hacer uso de diferentes tecnologías en el panel: LCD, QLED y OLED, aunque su punto en común es el HDMI, encargado de transmitir los datos a la resolución y fotogramas deseados. 

¿Qué diferencia hay entre el 4K y 8K? Lo principal con los televisores 8K es la gran escala de resolución que aporta, la claridad de su imagen supera cualquier tecnología existente en la actualidad y te permite disfrutar de imágenes nítidas e inmersivas. 

La tecnología utilizada es más avanzada, así que los avances importantes no los encontrarás en los 4K, como el HDMI 2.1 o soportes de refresco adaptativo. También está ligado a otros avances como HDR dinámico, que mejora las técnicas para disfrutar de mayores valores de luminosidad. 

Para hacerte una idea, un televisor 8K ofrece la misma resolución que si unes 16 televisores Full HD en una cuadrícula de 4x4. A mayor resolución, más pixeles aparecen en la pantalla. 

El principal problema es que a día de hoy aún no existe mucho contenido en esta resolución debido a que es una tecnología relativamente nueva. Este mismo proceso ocurrió con el 4K cuando apareció, el contenido llegaba poco a poco. 

Lo que más se utilizaron fueron líneas de interpolación, el resultado es que la imagen más pequeña consiga llenar la totalidad de la pantalla, mostrar detalles que de otra forma no se podrían apreciar y que se mejore la calidad de la imagen. 

Sin embargo, aumentar la resolución de 4K a 8K no hace que aprecias una mejoría muy notable, es cierto que se nota un poco pero el ojo humano no está acostumbrado a ello. Para poder apreciar más la calidad se necesita un contenido adaptado a esa resolución. 

Muchos usuarios que lo han probado han calificado los videos 8K como “ligeramente mejores”. Únicamente mejoran las críticas en aquellos usuarios que cuentan con una agudeza visual mejor que la del resto y solamente en los clips que cuentan con esta resolución “real”. 

Según los expertos aún necesitamos de unos pocos años para que exista mayor contenido en televisores 8K y se pueda valorar como es debido esta tecnología.