Diferencias entre un termo eléctrico y un calentador de gas

Cuando necesitamos disponer de agua caliente en nuestro hogar, tenemos dos alternativas: un termo eléctrico o un calentador de gas. Por tanto, nos planteamos la siguiente pregunta: ¿Cuál será la mejor opción? No obstante, no hay una respuesta global, ya que depende de muchos factores, tales como el uso, la cantidad y la rapidez en la que necesitemos el agua caliente.

Para aclarar mucho mejor cuando necesitamos un termo eléctrico o un calentador de gas, vamos a detallar las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.

Termo eléctrico

El termo eléctrico no deja de ser un recipiente con una capacidad finita de agua que puede almacenar y mantener caliente. Cuando utilizamos el agua caliente el termo va vaciándose y entra agua fría, la cuál tiene que calentarse con las resistencias que lleva el termo.

Una ventaja respecto al calentador es su rápida respuesta para proporcionar agua caliente, pues la tiene almacenada ya lista para utilizar.

Por todo esto, el termo eléctrico es ideal para viviendas donde viven pocas personas, 2 ó 3, o se hace un uso pobre del agua caliente, donde no vaya a terminarse nunca el agua del termo.

También hay que destacar, que la instalación y el mantenimiento de un termo eléctrico es más económico que la de un calentador, por lo que si el uso que se le va a dar es más bien pobre, te recomendamos un termo eléctrico.

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Calentador de gas

Los calentadores de gas no son recipientes que contengan litros de agua caliente para su posterior uso, un calentador de gas utiliza el gas como combustible para calentar el agua y mientras no se termine el gas, calentará toda el agua que necesitemos.

Por su capacidad de mantener agua caliente, el calentador de gas se recomienda para viviendas familiares, con más de 3 personas, donde se haga un uso abundante del agua caliente y no tengamos que preocuparnos de cuándo se va a terminar.

Hay que dejar claro que la instalación de una caldera de gas es más cara que la de un termo eléctrico, y precisa de revisiones por seguridad, pero si contamos con la subida que ha tenido el precio de la luz, es una muy buena opción a tener en cuenta.

La principal desventaja, sin contar la económica, es que no suministra el agua caliente al instante, sino que tenemos que esperar que empiece a calentar. La ventaja claramente se encuentra en que una vez tenemos agua caliente, no se terminará tan rápidamente como en un termo eléctrico.

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