Requisitos técnicos para instalar suelo radiante
El suelo radiante es una de las soluciones de climatización más confortables y eficientes que existen hoy en día. A diferencia de los sistemas tradicionales con radiadores, el calor (o frío) se distribuye de forma uniforme desde el suelo, ofreciendo un ambiente agradable y homogéneo. Sin embargo, para que funcione correctamente y se garantice su durabilidad, es esencial cumplir con una serie de requisitos técnicos en su instalación. A continuación, detallamos todo lo que necesitas saber si estás pensando en incorporar este sistema en tu vivienda o negocio.

Índice
Altura mínima y estructura del suelo
Uno de los aspectos más importantes a tener en cuenta antes de instalar un suelo radiante es la altura disponible entre el forjado y el pavimento final. Esta instalación requiere una altura mínima de entre 8 y 10 cm, ya que debe integrar:
- Panel aislante
- Tuberías
- Banda perimetral
- Capa de mortero o difusor
Esta característica hace que el sistema sea ideal para viviendas de nueva construcción o reformas integrales. En casos de rehabilitaciones donde no se dispone de suficiente altura, se puede optar por un sistema de suelo radiante seco, que prescinde del mortero, aunque este tipo es menos eficiente y más caro.
Tipo de generador de calor
El sistema de suelo radiante funciona a baja temperatura, normalmente entre 30 y 45 ºC, lo que lo hace compatible con generadores de calor eficientes como:
- Bombas de calor aerotérmicas o geotérmicas
- Calderas de condensación
- Sistemas híbridos con energía solar
Gracias a esta compatibilidad con energías renovables, el suelo radiante ofrece un ahorro energético considerable en comparación con sistemas tradicionales.
Aislamiento y preparación del terreno
Una correcta preparación del terreno es clave para evitar pérdidas de calor y asegurar un rendimiento óptimo. Se deben seguir estos pasos:
- Nivelación del forjado para asegurar una superficie lisa.
- Colocación de una lámina aislante si se trata de plantas bajas o zonas húmedas.
- Instalación de una banda perimetral de plástico que aísla térmicamente los bordes y absorbe las dilataciones del sistema.
El panel aislante actúa como base para colocar las tuberías y evitar que el calor se disipe hacia abajo.
Instalación del sistema hidráulico
La clave del suelo radiante es su red de tuberías, que debe instalarse con precisión:
- Las tuberías se fijan sobre los paneles aislantes (algunos con protuberancias para facilitar su sujeción).
- Se deben prever juntas de dilatación para áreas mayores a 40 m² o cuando la habitación tenga una longitud mayor al doble de su anchura.
- La conexión se realiza mediante colectores distribuidos en armarios empotrados.
Es fundamental realizar una prueba de presión a 6 bares durante al menos 24 horas antes de cubrir las tuberías con mortero.
Vertido del mortero y colocación del pavimento
Una vez instalada la red hidráulica, se procede al vertido del mortero de recubrimiento, cuya temperatura no debe descender de los 5 ºC durante los tres días siguientes. El solado definitivo se puede colocar tras un periodo de curado de 28 días.
Es recomendable utilizar revestimientos cerámicos o de piedra para un mejor aprovechamiento térmico, debido a su alta inercia térmica.
Equilibrado hidráulico y regulación
El equilibrado hidráulico garantiza una temperatura uniforme en todas las estancias. Este proceso consiste en ajustar los caudales de cada circuito para que la temperatura de retorno sea similar en todos ellos. El salto térmico entre la ida y el retorno no debe superar los 10 ºC.
Además, se aconseja instalar termostatos individuales por estancia, para una regulación más precisa del confort térmico.
Compatibilidad con sistemas de refrigeración
El suelo radiante no solo sirve para calefactar, sino que también puede utilizarse como sistema de suelo refrescante en verano. En estos casos, es vital que el sistema opere por encima del punto de rocío para evitar la condensación. Esto se calcula mediante el diferencial térmico entre la temperatura ambiente y la del suelo.
Condiciones ideales para su instalación
El suelo radiante es especialmente adecuado para:
- Viviendas de uso continuo
- Centros educativos y guarderías
- Residencias y hospitales
- Oficinas y locales comerciales
- Naves industriales o espacios con techos altos
En viviendas o locales con poca ocupación, donde la calefacción solo se utiliza algunas horas al día, no es recomendable por su elevada inercia térmica.
Instalación profesional
La instalación de un sistema de suelo radiante, aunque posible de realizar por cuenta propia, requiere conocimientos técnicos de albañilería, fontanería y normativa. Para garantizar un resultado eficiente y seguro, lo más recomendable es recurrir a profesionales cualificados.
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