La importancia de ventilar la casa

Desde pequeños hemos escuchado a nuestros mayores decir que hay que ventilar la casa. Abrir todas las ventanas y puertas posibles para dejar correr el viento y renovar el aire del ambiente interior. Y no les faltaba razón, por eso nunca hay que olvidarse de hacerlo.

Renovar el aire interior y mejorar la calidad de este, es fundamental para cuidar de nuestra salud, pues entran en juego una serie de detalles que pueden perjudicarnos si no nos encargamos de mantener un oxígeno limpio.

Es normal que cuando las temperaturas del exterior son extremas nos pensemos más de dos veces el dejar correr el viento de afuera por nuestras viviendas, pero es necesario para evitar problemas y poder disfrutar de un ambiente sano y fresco. Sobre todo ahora que los edificios se construyen de manera que resultan muy aislantes y esto favorece la retención de bacterias y humedades.

Consecuencias del efecto hermético de las casas

Con el paso de los años, las mejoras en la construcción de edificios y viviendas han llegado al punto en que pueden considerarse espacios herméticos, a menos que abramos las ventanas y las puertas.

Muchas personas piensan que por limpiar el interior de la casa, esta queda libre de toda bacteria y ácaro, pero no es cierto. De hecho, limpiar sin ventilar puede incluso empeorar la pureza del aire que respiramos en la vivienda. Los productos de limpieza, aunque estén perfumados con cítricos y otros aromas de simulación natural, no dejan de ser químicos que permanecen en el aire y las superficies de las estancias. Estos químicos son dañinos para la salud, por muy bien que huelan, al respirarlo, nuestro sistema está ingiriendo partículas minúsculas que contaminan nuestro organismo.

Además de estos productos, cabe recordar que el simple hecho de que haya vida en el interior, ya sea de origen animal o humano, hace que restos que pueden ser imperceptibles a nuestra vista, queden flotando en el ambiente. Por ejemplo, escamas de piel, pelos, bacterias, vapor de sudor, etc.

Y no menos importante, la humedad. Un ambiente cerrado favorece el desarrollo de la humedad, que a parte de estar presente en el aire ambiente, también crece en forma de moho en las paredes, techos, interior de aparatos y en zonas más sensibles a ella.
Ese moho que se forma puede llegar a ser tóxico. ¿Alguna vez has escuchado la expresión: ‘huele a cerrado’? Pues ese olor es la definición olfativa de los ácaros del polvo, partículas de moho y otros microorganismos que se reproducen con mucha más facilidad si no se purifica el aire.

Calidad del aire y salud

A veces nos enfermamos sin motivo aparente, y en muchas de estas ocasiones culpamos al aire acondicionado por alterar nuestra temperatura corporal, pero lo cierto es que toda esa mezcla de bacterias y partículas de las que hablábamos, pueden derivar en la propagación de virus, y ese es el verdadero motivo por el cual nos resfriamos o sufrimos cualquier otro tipo de afección en nuestra salud física.

Ventilación y aire acondicionado

Sabemos que hoy en día los aires acondicionados cuentan con un sistema de filtrado innovador que purifica el aire. Existen diferentes tipos de filtros que ayudan a retener esas partículas de las que hablábamos al inicio del artículo, sin embargo, no es suficiente, ya que quedan retenidos en el mismo filtro los restos que no llegan a drenarse al exterior y si no realizamos una limpieza de los filtros con regularidad, acaban acompañando a la corriente de aire que se distribuye por las estancias, de manera que se vuelven a liberar.

El uso de aire acondicionado colabora en la regulación de la humedad que favorece la reproducción de bacterias, polvo y moho, de manera que resulta muy beneficioso para mejorar la calidad del aire. No obstante, es necesario dejar que aire nuevo entre y que salga el que ya queda viciado en la casa.

Aparte del aire acondicionado y la ventilación a la antigua usanza, muchas personas también optan por utilizar purificadores de aire, lo cual no es una mala idea, ya que son aparatos que funcionan bien en su propósito y toda ayuda sirve.

Podemos concluir

En que por mucho calor o frío que haga en el exterior, y no nos atrevamos a enfrentarlo porque en el interior de la casa estamos a la temperatura perfecta y no queremos quebrantar nuestra burbuja, es realmente importante renovar el aire interior cada día para poder respirar aire limpio y bueno para nuestro sistema.

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