Temperatura ideal para dormir en verano: cómo programar tu aire

Dormir bien en verano se podría considerar casi un deporte de riesgo. Te acuestas con calor, enciendes el aire, te tapas con la sábana, te la quitas a los cinco minutos, te despiertas a media noche tiritando del frío… Y al día siguiente, pareces un zombie. Todo por no saber cómo tener bien regulado el aire acondicionado por la noche. Pero bueno, que todo tiene solución.

Al final no se trata de dormir como en una nevera ni de estar sudando. Se trata de encontrar la temperatura ideal y saber cómo usar el aire acondicionado para que haga su función sin molestarte.

¿Cuál es la temperatura perfecta para dormir en verano?

Según nuestros expertos, en expertClima creemos que el punto ideal está entre 24 y 26 grados. Nada de ponerlo a 18 como si quisieras visitar el Polo Norte. Al dormir, el cuerpo va bajando su temperatura de forma natural, así que no necesitas tanto frío como cuando llegan las 15h de la tarde.

Si lo pones a temperatura muy baja, lo único que puedes conseguir es despertarte con dolor de garganta, mocos o con la espalda que parece que te ha pasado un camión por encima. En cambio, si lo mantienes entre 24 y 26 grados centígrados, duermes bien, fresco pero sin pasar frío. Y además, vas a gastar menos luz.

El modo “Noche” es una de las mejores opciones

La mayoría de aires acondicionados actuales tienen una opción o modo llamado “Modo Noche” o “Sleep”. Y la verdad que si está ahí es por algo. Lo que hace es regular la temperatura poco a poco mientras duermes, para evitar que pases frío. Además, este modo suele ser el más silencioso y el que menos consume.

Si tu aire tiene esa función y sueles dormir con el aire puesto, úsala porque lo vas a notar. Y si no la tiene, puedes hacer lo mismo programando el aire para que se apague solo.

Evita que te dé el aire directamente

Otro de los problemas clásicos es el del que el chorro de aire te da en la cara toda la noche y al día siguiente no puedes ni girar el cuello. La idea no es que el aire te de como si fuera un ventilador, sino que refresque el ambiente de la estancia. Si puedes, ajústalo para que se reparta por toda la habitación y que no te de directamente a ti.

También ayuda cerrar puertas y ventanas para que el fresquito no se escape, y bajar las persianas durante el día para que el calor no entre o si lo hace, que sea lo mínimo.

En resumen, lo ideal para dormir bien en verano, es poner el aire acondicionado a unos 25 grados, activar el modo noche si tu modelo lo tiene y sobre todo, evitar que el aire te de directamente al cuerpo. Siguiendo nuestros consejos, verás que consigues conciliar mejor el sueño, descansando profundamente durante los peores días del verano y, como siempre, reduciendo el consumo también. 

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