Cuando se inventó el aire acondicionado

Cuando pensamos en aire acondicionado, nos viene a la mente un aparato moderno que no lleva tantos años formando parte de nuestros hogares. Pero la realidad es distinta. El aire acondicionado se inventó hace muchos años.

La idea de climatización surgió en la época del antiguo Egipto, sobre el año 3200 a.C. Fue entonces cuando se empezaron a utilizar métodos para enfriar el ambiente en espacios cerrados. Aunque se trataba de métodos más primitivos que no consistían en el uso de la tecnología, sino que más bien era el aprovechamiento inteligente de las temperaturas extremas que alcanzaban las rocas de la zona.

Arrastrar dentro de una sala un montón de rocas que han pasado la noche al aire libre enfriándose no suena nada fácil ni práctico. Así que vamos a centrarnos en el nacimiento del aire acondicionado moderno.

El aire acondicionado moderno

Consideraremos moderno el aire acondicionado cuyo funcionamiento esté basado en la reacción de gases refrigerantes, y esto nos lleva al año 1842, cuando William Thomson diseñó un mecanismo de refrigeración compuesto de un circuito cerrado y hermético. Thomson, conocido como Lord Kelvin, había logrado acondicionar el aire hace 181 años. Sin embargo, no fue hasta 1902 que se inventó un sistema óptimo para el uso doméstico.

 

Aire acondicionado de uso doméstico

Hace 121 años, Willis Haviland Carrier decidió investigar a fondo hasta dar con un método de refrigeración que sirviera para controlar la temperatura y la humedad del ambiente. Carrier ya había experimentado alguna situación que le había despertado curiosidad por controlar la temperatura y la humedad, concretamente en un andén.

 Los inconvenientes que estaba teniendo un impresor neoyorquino fueron el impulso definitivo que llevó a Willis a profundizar más en la investigación.

Durante el proceso de impresión, las irregularidades en la temperatura y humedad del ambiente perjudicaban la aplicación y secado de las tintas, de manera que resultaba imposible conseguir una buena imagen.

El señor Carrier dio con la clave para resolver el problema y fue así como nació el aire acondicionado, aunque no fue hasta cuatro años más tarde que se patentó el invento, recibiendo el nombre “Aparato para tratar el aire”.

A partir de este momento Willis Haviland Carrier siguió trabajando en el diseño y fabricación de diferentes modelos de aire acondicionado, cada uno adaptado para su propósito. Locales comerciales de tipo textil, de alimentación, lugares públicos muy concurridos, grandes superficies…

 

En la actualidad

Gracias al señor Carrier, y tras muchos avances tecnológicos conseguidos a través del trabajo de investigación de los ingenieros del sector de la climatización, hoy en día podemos disfrutar de nuestros equipos de aire acondicionado, está claro que entre arrastrar piedras frías al interior de casa y presionar un botón desde nuestro sofá… ¡la segunda opción es sin duda la más viable!

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