3 maneras de ahorrar utilizando el aire acondicionado por la noche

Dormir con el aire acondicionado encendido en verano es una necesidad para muchas personas, especialmente en zonas con altas temperaturas nocturnas. Sin embargo, su uso prolongado puede incrementar el consumo energético y reflejarse en una factura de luz más alta. La buena noticia es que hay formas de utilizar el aire acondicionado por la noche sin gastar más de lo necesario.

En este artículo, te mostraremos tres maneras efectivas de ahorrar energía al dormir con aire acondicionado, sin sacrificar confort ni calidad del descanso.

Ajusta la temperatura a un nivel eficiente

Uno de los errores más comunes es poner el aire acondicionado a temperaturas muy bajas durante la noche. Esto no solo aumenta el consumo energético, sino que puede afectar la salud, causando resfriados, sequedad en la piel o problemas respiratorios.

La temperatura recomendada para dormir con el aire acondicionado encendido está entre 24ºC y 26ºC. Este rango permite mantener una temperatura agradable sin que el equipo tenga que trabajar en exceso.

Además, si tu aire acondicionado tiene termostato programable, puedes configurarlo para que la temperatura aumente ligeramente durante la madrugada, cuando la temperatura exterior suele descender. De este modo, reducirás el consumo sin notar cambios bruscos de temperatura.

Utiliza el modo nocturno o «sleep»

Casi todos los modelos de aire acondicionado modernos cuentan con un modo nocturno o modo «sleep», diseñado específicamente para reducir el consumo de energía mientras duermes.

Este modo funciona de la siguiente manera:

• Ajusta automáticamente la temperatura a un nivel óptimo, evitando enfriar en exceso la habitación.
• Reduce la velocidad del ventilador, disminuyendo el ruido y mejorando la calidad del sueño.
• Optimiza el consumo energético, ya que evita que el equipo funcione a máxima potencia durante toda la noche.

Si tu aire acondicionado no tiene esta función, puedes usar un temporizador para que se apague después de unas horas, cuando ya te hayas dormido y la temperatura ambiente haya bajado.

Mejora el aislamiento de la habitación

El rendimiento del aire acondicionado depende en gran medida de las condiciones de la estancia donde se utiliza. Si el aire frío se escapa o entra calor del exterior, el aparato tendrá que trabajar más para mantener la temperatura, aumentando el consumo energético.

Para evitar esto, sigue estos consejos:

• Cierra puertas y ventanas mientras el aire acondicionado esté encendido.
• Utiliza cortinas opacas o persianas para bloquear la entrada de calor durante el día.
• Asegúrate de que no haya fugas de aire en las puertas o ventanas; si es necesario, usa burletes o selladores.

Mejorando el aislamiento térmico de la habitación, el aire acondicionado podrá mantener la temperatura con menor esfuerzo, reduciendo el consumo energético durante la noche.

Conclusión

Dormir con el aire acondicionado no tiene por qué significar un gasto excesivo en la factura de luz. Siguiendo estas tres estrategias —ajustar la temperatura, usar el modo nocturno y mejorar el aislamiento de la habitación— podrás disfrutar de un ambiente fresco sin desperdiciar energía.

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